Sin duda una de las bodas más bonitas que he grabado hasta ahora, ha sido esta maravillosa boda de Jone y Xabi en El Monasterio del Espino, de Santa Gadea del Cid. Para mí la definición perfecta de cómo disfrutar una boda de principio a fin.

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Reconozco que soy fan de las bodas naturales y de las ceremonias sin protocolos. Para mí lo realmente importante y emotivo está en una celebración donde existen muestras de cariño continuas, donde hay discursos y votos espontáneos, donde nada está escrito y la naturalidad es la que manda. Al final se trata de ser uno mismo, de dejarse llevar y de disfrutar de un día único e irrepetible del que apenas somos conscientes en ese momento. Por eso la importancia de exprimir al máximo cada segundo y cada detalle.

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Esto fue exactamente lo que hicieron ellos. Siempre digo que mi trabajo es pasar totalmente desapercibido y limitarme a grabar únicamente lo que transcurre durante el día de la boda, pero también digo que es el mejor día para perder la vergüenza y no guardarte nada para tí. Es el momento perfecto para expresar tus sentimientos con toda tu gente cercana. No puedes desaprovechar un momento así, las imágenes que quedarán para siempre tendrán un valor incalculable si expresas y demuestras todo eso que llevas dentro ese día.

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A la vista está que ellos lo hicieron, las imágenes hablan por sí solas, la felicidad no se puede ni se debe disimular. Pero si además hay un discurso tan bonito por parte del padre de la novia, todas las piezas del puzzle encajan a la perfección.  Mi labor únicamente será la de mezclar todas esas piezas para que la historia en su video tenga sentido y se sientan identificados con todo lo que vivieron.

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Solo tengo palabras de agradecimiento para vosotros pareja. Mil gracias por elegirme para contar vuestra bonita historia a través de mi cámara. Y mil gracias a todo el equipazo que arrimó el hombro para dar lo mejor de sí y hacer el mejor trabajo posible. Fue un día perfecto y para mí un placer enorme ser testigo directo.