La boda perfecta. Así describiría ese 5 de agosto de 2023 en el Monasterio del Espino.

Cuando muchas veces hablamos antes de la boda, acerca de lo que vendrá, nos preguntamos sobre el tiempo que hará, nos referimos a lo bonito del vestido, a la degustación del menú, a la fiesta. Pero lo que en realidad importa es algo que no se puede prever ni diseñar.

Lo que de verdad importa es la magia que solamente se consigue cuando hay tanta química entre personas. Ya no solo entre la pareja, que también, sino entre familia y amigos. En este caso invitados desde la otra parte del charco, metidos de pleno en un nuevo clima, una nueva gastronomía y sobre todo una nueva cultura. La cultura de pasarlo bien.

Ellos son geniales, conocí en persona a Nerea y Preston apenas unos días antes de la boda. Grabamos unas imágenes en el puerto de Las Arenas para ir calentando motores de lo que se venía para el sábado. Ya se notaba que esa complicidad iba a dar momentos increíbles en el día B.

Y así fue. Unos votos preciosos, una decoración espectacular, un atardecer increíble y una actitud de 10 por parte de familia y amigos. Mención especial para las primas de Nerea, os llevaría a todas las bodas porque trabajar así y disfrutar a la vez es realmente satisfactorio. 

Solo puedo daros las gracias por ponérmelo tan fácil y por haber compartido con vosotros un día tan especial. Incluso esas lagrimitas juntos al entregaros el video.

Os deseo lo mejor y espero de corazón volver a coincidir.