Boda Civil en Palacio San Miguel

Sería imposible resumir en apenas unos minutos todo lo vivido en esta preciosa boda en el Palacio San Miguel con Sofía y Christian como protagonistas. 

Es inevitable admirar la actitud de dos personas que disfrutan así, que son capaces de expresar tanto amor a través de sus gestos y sobre todo a través de esos votos tan especiales que se dedicaron. Para mí, cada boda es un desafío, cada pareja es diferente y meterte por un ratito dentro de sus vidas y transmitir a través de las imágenes es una responsabilidad importante. De ahí las horas dedicadas y el esfuerzo y el cariño invertido para que el resultado sea el mejor posible. Se trata de un recuerdo para siempre. 

Ellos me lo pusieron muy fácil, al fin y al cabo, se trata de ser natural, de ser uno mismo. Y así son ellos. Bastó tan solo con un atardecer en ese sitio tan especial para ellos para captar unas imágenes bonitas y cómplices. Todo lo demás iba a fluir en su día mas especial. 

Llegaba ese día tan esperado, pandemia mediante. Ellos confiaban ciegamente en su equipo y nos querían a todos y cada uno de nosotros allí, para celebrar por todo lo alto y ser testigos de esta maravillosa boda. 

Soy un afortunado por poder vivir momentos tan especiales y bodas tan increíbles como estas. Un lugar precioso, una ceremonia civil donde familia y amigos hicieron unos discursos emocionantes y una fiesta que no dejó indiferente a nadie y que acabó por todo lo alto.  

Enhorabuena pareja por haber hecho realidad vuestro sueño. Pero sobre todo enhorabuena por haber conseguido hacer de vuestro día un día inolvidable. Gracias infinitas por confiar en mi trabajo y hacerme tan feliz meses después escribiéndome y hablando hasta las 00:00 de la noche agradeciéndome el trabajo. Esa es mi mayor recompensa y lo que me llevo de vosotros. Eso y el recuerdo de una boda magnífica que nunca olvidaré. 

Gracias infinitas también a todo el super equipo que hizo de este día lo maravilloso que fue.